Los ácaros son los responsables de enfermedades
respiratorias como el asma y también de reacciones alérgicas. Estos bichos
pueden ser combatidos.
La investigación hecha por la Universidad de Kingston
sostiene que las sábanas y cobijas revueltas no son del agrado de los ácaros y
que en este ambiente estos minúsculos subarácnidos se deshidratan y mueren.
La explicación de esto refiere a la necesidad vital que los
ácaros por la humedad. Ese ambiente lo proporciona el cuerpo y el sudor
producido durante el tiempo de sueño. Las sábanas bien tendidas mantienen la
humedad, por el contrario si se deja la cama sin ordenar el aire que circula
deshidrata las sábanas y crea así un ambiente no apto para la vida de los
ácaros.
Según el portal Lapatilla.com “La ropa de cama doblada
cuidadosamente, con las sábanas, las mantas y el cubrecamas estirados, crea
condiciones de vida ideales para los ácaros, que pueden causar asma, eczemas o
dermatitis, fiebre de heno crónica (reacción alérgica al polen) y otras
alergias.”
Fuente: Lapatilla.com